Hay umbrales que no se anuncian. No llevan nombre ni fecha. Simplemente un día, sin ruido, ya no se pertenece al lugar del que se viene… y todavía no se sabe si se podrá habitar el lugar al que se llega. No es exilio, no es llegada. Es un intermedio incómodo, casi espectral, donde se flota entre el juicio de lo que ya no se es y la incertidumbre de lo q…
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