El día que me saqué el demonio de encima
No fue un exorcismo con gritos ni un ritual de liberación.
No. No fue un procedimiento escandaloso ni un ritual religioso, Fue algo más íntimo, más callado y más verdadero.
Una sensación concreta de que había algo alojado en mí —una fuerza, una sombra, una entidad simbólica— que por fin había decidido soltarme.
O mejor dicho: que yo, sin darme cuenta, había empezado a soltar.
No sabría explicarlo con palabras técn…
Continúa leyendo con una prueba gratuita de 7 días
Suscríbete a El Cartógrafo del Fuego para seguir leyendo este post y obtener 7 días de acceso gratis al archivo completo de posts.


