Durante años confundí el amor con la espera, la ternura con la tolerancia al desprecio, la intimidad con el sacrificio. Fui quedándome en vínculos que me pedían que me encoja, que me calle, que me adapte. Hasta que un día —como hoy— decidí firmar un contrato distinto. No con nadie más. Conmigo.
Lo que me quedé esperando y nunca recibí de quien creía que…
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