Hay una edad que me duele mirar, recordar, porque hubo mucho dolor, ha sido el peor momento de mi vida. La pérdida de un ser muy amada, esa época, aproximadamente dos años estuvieron llenas de caos en mí vida. Vuelvo a ese momento ahora, ya con más claridad pero aún duele. Creo, más bien sé, que hay heridas que nunca sanaran y que sólo se sobrellevan y no permito que nadie me diga lo contrario porque sólo quién lo ha vivido tal vez lo pueda comprender. Excelente tu escrito. Gracias por ello. Creas una apertura a la comunicación real.
Se quedan adentro como si el tiempo no las arrastrara.
No para atormentar, sino para recordar que no todo cierra.
Y que vivir también es aprender a cargar lo que no se suelta.
Lo que compartes hoy no es resistencia al cambio, es el reconocimiento de que hay dolores que no se negocian con el tiempo y que la comprensión real no está en quien consuela, sino en quien puede escuchar sin imponer un final.
Un abrazo Ivy, gracias por compartir esto aquí. ❤️🔥
Hay una edad que me duele mirar, recordar, porque hubo mucho dolor, ha sido el peor momento de mi vida. La pérdida de un ser muy amada, esa época, aproximadamente dos años estuvieron llenas de caos en mí vida. Vuelvo a ese momento ahora, ya con más claridad pero aún duele. Creo, más bien sé, que hay heridas que nunca sanaran y que sólo se sobrellevan y no permito que nadie me diga lo contrario porque sólo quién lo ha vivido tal vez lo pueda comprender. Excelente tu escrito. Gracias por ello. Creas una apertura a la comunicación real.
Hay edades que no pasan.
Se quedan adentro como si el tiempo no las arrastrara.
No para atormentar, sino para recordar que no todo cierra.
Y que vivir también es aprender a cargar lo que no se suelta.
Lo que compartes hoy no es resistencia al cambio, es el reconocimiento de que hay dolores que no se negocian con el tiempo y que la comprensión real no está en quien consuela, sino en quien puede escuchar sin imponer un final.
Un abrazo Ivy, gracias por compartir esto aquí. ❤️🔥