Yo responderé tu primer pregunta que arde, escondía mis senos, mis bubbies porque alguién muy cercana de la familia me decía que había que ocultarlas porque parecía que pretendía gustar y buscar algo más! En mí adolescencia sufri por eso, porque me desarrolle muy chica y unos añitos después solté esa tontería y me encantaba y me encanta usar escotes. Aún de repente siento eso que quedo guardado en el inconsciente seguramente y por mi edad pienso que ya me veré mal pero después me vale ya una chingada y uso ropa ajustada , que se vea lo que hay. Así, como sea, imperfecto y maravilloso mi cuerpo y sobre todo sano. Muy bueno tu escrito. Me identifique bastante con él. Saludos.
Gracias por compartir tu historia con tanta verdad, Ivy.
Me emociona leerte, porque abriste un espacio íntimo donde muchas veces se nos enseñó a callar o a ocultar el cuerpo como si fuera un problema a resolver.
Lo que contás es fuego del bueno: el que arde, el que limpia, el que libera.
Y sí… incluso cuando creemos que ya soltamos todo, todavía hay ecos que nos susurran desde viejos mandatos.
Pero vos elegís verte, vestirte y expresarte desde la libertad, y eso es un acto de dignidad.
Gracias por traer tu voz. Me honra saber que este texto te tocó.
Yo responderé tu primer pregunta que arde, escondía mis senos, mis bubbies porque alguién muy cercana de la familia me decía que había que ocultarlas porque parecía que pretendía gustar y buscar algo más! En mí adolescencia sufri por eso, porque me desarrolle muy chica y unos añitos después solté esa tontería y me encantaba y me encanta usar escotes. Aún de repente siento eso que quedo guardado en el inconsciente seguramente y por mi edad pienso que ya me veré mal pero después me vale ya una chingada y uso ropa ajustada , que se vea lo que hay. Así, como sea, imperfecto y maravilloso mi cuerpo y sobre todo sano. Muy bueno tu escrito. Me identifique bastante con él. Saludos.
Gracias por compartir tu historia con tanta verdad, Ivy.
Me emociona leerte, porque abriste un espacio íntimo donde muchas veces se nos enseñó a callar o a ocultar el cuerpo como si fuera un problema a resolver.
Lo que contás es fuego del bueno: el que arde, el que limpia, el que libera.
Y sí… incluso cuando creemos que ya soltamos todo, todavía hay ecos que nos susurran desde viejos mandatos.
Pero vos elegís verte, vestirte y expresarte desde la libertad, y eso es un acto de dignidad.
Gracias por traer tu voz. Me honra saber que este texto te tocó.
Un abrazo grande desde este lado ❤️🔥
Abrazo! 🔥